Beneficios de la ensalada prensada

Con la llegada del calor es importante incrementar el consumo de ensaladas y alimentos crudos; para poder así, ayudar a nuestro organismo a sentirse fresco y ligero.

La ensalada es una de las formas más sencillas y prácticas de incluir verduras en nuestra dieta, pero no a todo el mundo le sienta bien. Hay muchas personas que tienen sensación de hinchazón en el abdomen después de tomar una sencilla ensalada de lechuga, e incluso acaban descansando mal si la toman por la noche.

Una manera sencilla de incluir verduras crudas y refrescantes es prepararlas prensadas.

La ensalada prensada es una preparación que nos sirve tanto en verano, como en invierno, ya que se puede preparar con casi toda clase de verduras: En verano, por ejemplo, puedes utilizar calabacines y pepinos, que crecen en los meses de más calor… mientras que en invierno puedes seguir preparándolas añadiendo zanahorias, col o rabanitos, que crecen en estaciones más frías.

La ensalada prensada ofrece muchos beneficios para nuestra salud:

1. Es mucho más digestiva que la ensalada cruda, ya que el efecto de la sal en la verdura podríamos decir que la “cocina” facilitando su digestión.

2. Cuando prensamos las verduras con sal, facilitamos que eliminen el líquido que contienen, y esto es especialmente interesante para personas que sufren de retención de líquidos e hinchazón.

3. Durante el prensado de las verduras comienza a darse un proceso de fermentación, cuyos efectos sobre nuestro sistema digestivo van a ser muy interesantes: comienza un proceso de pre-digestión que facilitará la asimilación del alimento y además, como cualquier fermentado, nos proporciona bacterias beneficiosas para nuestra flora intestinal.

¿Cómo prepararla?

Una vez hayas elegido las verduras con las que quieres hacer la ensalada (las opciones son muchas: rábanos, zanahoria, pepino, calabacines…), coge también unas cuantas pasas y resérvalas. Corta la verdura y colócala dentro de una ensaladera. Añade la sal y amasa suavemente hasta que notes que las verduras comienzan a soltar agua y se ponen húmedas. Si esto no ocurriera es que necesitan un poco más de sal.

Las pasas darán un sabor dulzón y relajante a la ensalada. Además, como las verduras continuarán soltando agua, ayudarán a que las pasas se hidraten y se digieran fácilmente.

Coloca ahora la otra ensaladera encima y sobre ella algo de peso. Puedes utilizar alguna piedra, ¡si es que tienes alguna en casa! Paquetes de legumbre o cereales harán la misma labor Es importante que haya suficiente peso para ayudar a expulsar el agua.

Déjala que repose como mínimo media hora. Puedes dejarla durante más tiempo, incluso de un día para otro. Cuando vayas a servirla, escurre el exceso de líquido y… ¡disfrútala!

Artículo escrito por la consultora macrobiótica y creadora de Macrosano, Isabel Moreno.

Publicado en: 100% vegetal