Winter dishes and tips

Durante los mese fríos de invierno el biorritmo de la naturaleza se calma y entra en reposo. Según la Macrobiótica, en esta época del año, el yin predomina sobre el yang. Por eso, deberíamos utilizar la energía del yang con sabiduría. Es importante ir a la cama pronto y levantarnos cuando salga el sol. La actividad mental debe mantenerse en estado de calma, la temperatura corporal caliente y evitar el frío. Los riñones, vejiga y aparato reproductor se ven muy afectados durante le frío y por lo tanto tenemos que tener especial cuidado con ellos.

Para cuidar de tus riñones:

Los alimentos nos dan pistas con sus formas y colores. Existen ciertos alimentos que aseguran que tus riñones se mantengan al 100%, por ejemplo, las legumbres en forma de riñón como las azuki o las judías negras. Los cereales en grano, las algas marinas y las verduras de raíz también son alimentos muy idóneos para este órgano. Por ejemplo, un rico estofado de legumbres cocidas con alga kombu, calabaza, cebolla y zanahoria es un plato idóneo de cuidarse en invierno.

La sopa miso siempre es una buena idea para mantener nuestra microbiota sana. Si vives en un lugar templado te recomendamos utilizar el miso de cebada, si eres intolerante al gluten el miso de arroz y si vives en un lugar frío el hatcho miso. Una buena manera de preparar una sopa miso es con alga wakame, verduras de raíz como la zanahoria o la bardana, jengibre fresco y perejil.

El mochi o arroz aglutinado es un buen compañero de la sopa miso y de las azuki. Es recomendable consumirlo frito y por encima de los platos.

Las algas son un fuertes remineralizantes y además refuerzan el sistema nervioso y generan vitalidad. Utiliza la cantidad recomendada en el paquete y añádelas a estofados y caldos… además de nutrirte, darán un sabor increíble a tu comida. Un ejemplo muy apetitoso sería preparar una kimpira de zanahoria con algas hijiki y sésamo.

Si tienes que escoger entre los cereales, opta por tomar con más asiduidad trigo sarraceno, arroz en grano redondo y avena. También puedes usarlos en modo de cremas para desayunar. Mézclalos con puré de frutos secos como el tahín o el sirope de arroz.

Una buena infusión para tomar en invierno es un té kukicha con un poco de jengibre o con una ciruela de umeboshi y un poco de tamari.

El seitán frito, empanado, a la plancha o al horno, servido con una salsa de frutos secos como el tahín o el puré de cacahuetes, genera riqueza orgánica, vitalidad y calor profundo.

Para conservar el calor en el interior evita todo lo que enfría, zumos de frutas de verano, alimentos congelados, azucarados, crudos, y en general la comida que te sirvio para refrescar en verano.

Artículo escrito por Patricia Restrepo, directora del Instituto de Macrobiótica de España. Puedes encontrar más información sobre Macrobiótica en su nuevo libro.